El placer de vivir sin anestesia

Ayer mientras manejaba empecé a planear mentalmente mi clase de yoga de esta mañana. Pensaba que sería rico variar y hacer 108 saludos al sol con el grupo de la mañana que es super activo, receptivo, energético y bueno, muy avanzado. 

Siempre que hacemos 108 saludos lo hemos hecho como un super evento invitando a los que quieran ir y nos hemos encontrado con que siempre van los mismos. La sola práctica diaria de Yoga dice mucho de la personalidad de los alumnos. Los que van son por lo general los más arriesgados, los que les gusta retarse y exigirse, sudar y sentir el cuerpo. Por eso esta vez quise que fuera simplemente una clase del día, sin invitación… para que los que nunca lo hubieran intentado se encontraran de frente con la oportunidad (medio obligación) deliciosa de meditar en movimiento. 

Estaba pensando todo esto cuando me acordé que la última vez que hicimos 108 saludos al sol una alumna mencionó al terminar que había terminado tan cansada que se iba a tomar un Dolex con no sé qué cosa más «por si amanecía molida». Y bueno como la cabeza piensa un mundo de cosas y una idea va llevando a la otra, de ahí salió toda esta reflexión…

CÓMO ASÍ QUÉ TE VAS A TOMAR ALGO POR SI AMANECES MOLIDA? Claro que vas a amanecer molida. Hiciste 108 saludos al sol, 108 Chatturangas, 108 perros mirando arriba, 108 perros mirando abajo, 216 Uttanasanas, 216 saltos: qué delicia! Amo sentir mi cuerpo y amo que mi yoga (gran porción de mi vida hoy es yoga como trabajo, como práctica y como Shanga (comunidad)) me haya regalado la oportunidad de vivir al 100% todo… y es parte de lo que en Element Yoga hemos querido transmitirles y regalarles con cada práctica: vivan DENTRO de sus cuerpos, dentro de sus mentes, dentro de sus presentes. Las distracciones son demasiadas y todo el tiempo nos llegan mensajes de afuera para anestesiar nuestra condición humana, sensible, REAL. 

Muchas de estas cosas las uso, pero si pensamos en cada detalle: que absurdo!

El Black Out, para no sentir cuándo amanece (como si fuera un castigo el nuevo día).  El café (bien cargado), para no sentir el trasnocho, el cansancio. El Dolex, para no sentir las enfermedades ni los dolores (o por si me dan). El suéter, por si me da frío. Las operaciones estéticas, por si me envejezco, me engordo (uy hasta nos grapamos el estómago porque somos tan poco dueños de nosotros mismos que la mano nos mete comida a la boca). El trago, para olvidarme del estrés. El cigarrillo, porque no quiero sentir ansiedad. Domingo bajo las cobijas, porque no quiero pensar que mañana empieza una nueva semana. Dramamine, para que el niño se duerma en el carro y no tener que oírlo. Pastillas psiquiátricas, para ayudarnos a no sentir un duelo. Enfermera para mi hijo recién nacido, porque no quiero sentir el cansancio del trasnocho cuando el bebé se levante. 

EN SERIO?

Y entonces empecé a pensar que un día nos vamos a inventar una pastilla o un método bien fácil para no sentir nuestro paso por esta vida. Que nazcamos y muramos invictos, impecables, sin cicatrices. No tocados ni afectados por la realidad. Sin arrugas y sin pecas. Flacos, esbeltos, sin ojeras. No sé si felices. 

Todo esto lo fue aprendiendo mi mente, dentro del mat. En la práctica de Asanas de todos los días. En la postura que más me reta y me hace temblar, en la que me hace perder el balance. En la que me hace mirar el mundo desde la perspectiva opuesta (esta hoy es mi perspectiva favorita), en la que me hace quedar molida al otro día y remolida y rendida todos los viernes desde hace 6 años. Un día me di cuenta de que no me gusta tomar pastillas. «Te vas a aguantar la gripa?» Si. No pasa nada. DE VERDAD. Descubrí que me encanta hacer Cleans, y Detox y de todo esto. «Te va a dar hambre!!!!»! No me importa, puedo vivir con eso. Creo que el verdadero hambre es otra cosa. Poco a poco he ido dándome cuenta de que me gusta (nadie me obliga, soy dueña de mi tiempo) dar clase así haya trasnochado, esté un poco indispuesta o tenga 5 meses de embarazo. «Aprovecha, date el día libre!!!» No quiero… mi tiempo libre es para viajar, para leer y para hacer ejercicio, no me gusta quedarme dando vueltas en la cama. 

Yoga me ha hecho descubrir de qué estoy hecha. Que soy fuerte. Que puedo ser más fuerte aún. Pero al mismo tiempo me he dado cuenta de que soy flexible. De que me vida cambia y se transforma todos los días, y que no hay trauma en eso. Mi práctica me hizo perder el miedo a untarme de la vida, aunque después acepte ayudas (siempre valen!), aunque solo luego de haberlo intentado. Ahora estoy en una de las etapas más deliciosas de mi vida, y esto me hace ser muy optimista y mirar las cosas de esta manera. Puede que cuando uno esté hundido en medio de problemas y dolores le cueste trabajo aceptarlo, pero creo que aislarse y evitar sentir jamás será la solución a nada. Para hacer yoga no siempre es necesario un mat ni hacer 108 saludos al sol. Yoga es comer despacio, es madrugar un día en contra de la pereza, es hacerle un gran favor a alguien. En realidad cualquier cosa que nos saque de la zona de confort y nos conecte con la naturaleza humana. O alguna vez se han preguntado porqué la gente más infeliz es aquella que tiene todo para blindarse, protegerse, operarse, y no untarse? Por qué se deprimen? Por qué que su vida es miserable? Porque se han convertido en seres desconectados, impermeabilizados, mirando la vida pasar desde la ventanilla de un carro o desde el penthouse de un gran edificio. 

Yo he querido hoy en mi presente vivir sin anestesia. Me ha gustado estar en embarazo y hacer yoga. A veces menos energética, a veces sin aliento, a veces con menos espacio para mí porque la panza está creciendo. Me ha gustado terminar el día y la semana literalmente rendida, de siesta merecida, para volver a empezar al lunes siguiente. Me ha gustado subir varios kilos comiendo todo lo que disfruto y sé que por eso me hace bien (nos hace bien). Estoy amando la posibilidad de trasnochar unos meses oyendo a mi bebé al lado, sabiendo que está vivo, que está bien, que tiene frío, que tiene hambre, que me necesita y me busca a mí. Me han advertido tanto que puede que después me arrepienta pero quiero intentarlo. Cómo no voy a intentarlo si esta es mi naturaleza! Estoy enamorada de la posibilidad de que yoga se siga regando en esta ciudad, de que llegue más competencia que nos obligue a ser mejores y a seguir aprendiendo, pero que al fin y al cabo nos ayudará a llevar esta delicia de estilo de vida a todos. 

Mi intención de hoy es pedirles que se unten. Que vivan sin anestesia. Que esta vida y todos los seres que nos acompañan, no se quede sin recibir todo su potencial. 

NAMASTE

El privilegio más grande del mundo

 

Nadie nos enseñó nunca que tenemos el poder de escoger nuestros pensamientos… y en estos días leyéndolo en un libro noté lo sencillo y hermoso de esto. Alguien comparó alguna vez la mente con un río que fluye eternamente, con sus ideas inacabables enlazadas una con otra, incluso al dormir. Entonces pensé que ese río de pensamientos podría ser observado por nosotros, como si lo miráramos desde un balcón, sin tocarlo, sin meternos, sin creernos parte de él. También se dice que equivocadamente nos identificamos con nuestros pensamientos, pero que nuestra alma y nuestra esencia, no tiene nada que ver con ellos… Entonces sería lindo e interesante poder de verdad separarnos de nuestros pensamientos por un rato y mirarlos desde ese balcón imaginario, y escoger qué pensamientos «vale la pena pensar», y qué pensamientos «debemos dejar correr, pasar, fluir y no volver a mirar.»

A mi me asalta todo el tiempo un pensamiento de miedo. Y de allí nace pegadita la queja, la lástima, la inseguridad. Y he sabido del poder nocivo de este pensamiento porque a veces me sorprendo sentada en la más deliciosa calma de un fin de semana, pensando en tragedias y problemas que perfectamente me podría comprar un director de cine para su próxima película. Esto no tendría problema si mis pensamientos de verdad fluyeran como ese río y si yo los mirara desde el balcón… pero desafortunadamente nos identificamos tanto con nuestra mente, que los pensamientos se vuelven sentimientos y empieza uno a guiar su vida a partir de allí. Así que para seguir con mi ejemplo personal, mi corazón palpita más rápido, siento la necesidad de esconderme, de protegerme. Siento desconfianza por la gente y miro el futuro con «desesperanza». 

Y así nos pasa a todos… El cuento es identificar esos pensamientos que nos hacen daño: la rabia, el rencor, el dolor, la ira, el miedo, la inseguridad, la autocrítica; y empezar a trabajar en ellos. Lo que mejor funciona para mí: yo lo llamo la terapia de reemplazo. Como es imposible pensar en 2 cosas al mismo tiempo, trato de reemplazar los pensamientos malos y dolorosos por pensamientos optimistas, por planes para el futuro próximo, con algo que me haga sonreír de inmediato… O simplemente respiro, y me conecto con el AHORA. Porque un libro que me encanta y les recomiendo «El poder del ahora» de Eckhart Tolle decía, que si miramos el verdadero y único presente, este instante en el que estamos y no un segundo más allá o más atrás, nos damos cuenta la mayoría de nosotros de que no tenemos ningún problema… en realidad ahí nos mata es la anticipación de lo que podría ser si… o si depronto pasa esto o aquello… o de lo que pudo haber sido: «si tan solo yo en vez de hacer esto hubiera hecho aquello»… Y esto no son más que cuentos de la mente que nos hemos creído, porque el pasado y el futuro son una ilusión y nuestra única realidad es el presente. 

Me gusta el pensamiento de que somos un universo entero, cada uno de nosotros, expresándonos como una vida humana, por un tiempo y nada más. Si ese pequeño universo nuestro queremos que evolucione y crezca y se disfrute por completo esta experiencia de estar vivo, tenemos que protegerlo y filtrar, escoger qué queremos que entre en él y qué definitivamente debe seguir fluyendo y no hacer parte de nosotros. Piensa en tu mente como ese río que fluye sin parar, y obsérvalo siempre desde lejos. Cuando haya algo lindo que quieras aprender o en lo que valga la pena ahondar, baja y acércate, toma un poco de tiempo para pensar esa idea, y conviértela en una realidad o en un ideal para ti. Que esa nueva idea no sea un río en constante movimiento, sino un lago cristalino en el que puedas mirarte y reflejarte en tu imagen real, sin distorsión, que puedas ver tu esencia en una superficie quieta y tranquila. Permite que todas tus buenas ideas se manifiesten de esta manera: serenas y en calma. 

Recordando siempre que tenemos el privilegio más grande del mundo: «escoger qué pensamientos queremos pensar», no somos víctimas de nuestra mente, somos dueños únicos de todo lo que pase en ella.

Cuando mi mente está un poco loca y en desorden repito: «May I be filled with loving kindness, may I be secure, May I be at ease, May I be filled with joy and bliss, May I find Eternal Bliss».

Namaste

Quitando etiquetas

Todo lo que existe en este mundo ha sido creado por alguien que lo soñó alguna vez… desde los bebés, hasta los más sofisticados computadores. La creatividad y la mente humana no tienen límites: para bien ni para mal. Muchas veces me pregunto cómo sería el mundo si toda nuestra energía se dirigiera y concentrara en hacer cosas maravillosas por nosotros mismos y por los demás.

Lo primero es convencernos de que no hay nada imposible y que todo lo que existe fue también alguna vez una simple idea que se le ocurrió a alguien. Hay personas que parecieran tener una mejor capacidad para materializar sus ideas, mientras que otras, están todo el tiempo llenas de ideas, pero no encuentran los caminos para hacerlas realidad. Sin importar cual sea tu caso, nunca dejes que el miedo o la inseguridad se apodere de esas ideas, atrévete a pensarlas, a imaginarlas, incluso a planearlas. Escríbelas y descríbelas con detalle, como si le estuvieras contando a alguien acerca de algo que ya existe. De allí, tus ideas ya habrán pasado al papel, le has transmitido al universo tus deseos y mágicamente de allí nacen oportunidades con el tiempo. Se trata de aprender a ser personas más acertivas, que comunican más y hablan menos. A veces con pocas palabras se dice lo necesario, y lo suficiente. Pon en práctica esto sobre todo ahora que estamos cerca del fin del año 2012… es una época increíblemente poderosa para renovar los deseos y propósitos que tenemos para seguir evolucionando. 

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Aprovechando que estamos cerca al día de Halloween, que para nosotros es más el día de los niños, quiero pensar en ellos como el ejemplo más lindo de la imaginación y la creatividad ilimitada. Para un niño no existen obstáculos para divertirse, si no tienen un juguete (una moto, un carro) o hasta un amigo, se lo inventan, sus viajes se pueden hacer mentalmente en una tarde de amigos. ¿En qué momento de la vida se pierde esto? ¿Alguien nos dice que ya es suficiente de imaginación y que nos pongamos serios? ¿Por qué los niños sueñan con ser grandes, pero nunca es al revés?

Mi pensamiento de hoy es que tenemos que quitarnos las etiquetas, tenemos que dejar de clasificar las cosas y meterlas en compartimientos, como si existiera una verdad definitiva para todo. Dejemos de pensar que las cosas son buenas o malas, lindas o feas, locas o racionales. Porque con estas etiquetas nos vamos pareciendo poco a poco a esos artículos de promoción, que han sido rebajados varias veces y al final no quedan valiendo nada. Las etiquetas que hemos creado, obedecen simplemente a como la sociedad considera hoy que deben ser las cosas… Desde chiquitos nos están poniendo etiquetas, y más grandes repetimos el error con los niños. Nos dicen que somos «buenos o malos estudiantes», que somos desordenados u ordenados, necios o juiciosos, calmados o hiperactivos, flacos o gordos, bonitos o feos, Y se nos olvida el más sencillo principio de la vida y es que «nada es permanente», todo está en constante cambio, la realidad, como la vemos hoy, jamás volverá a ser idéntica… y por eso con cada nuevo instante que vivimos, tenemos la capacidad de reinventarnos, de cambiar y sobre todo, de evolucionar. 

No nos creamos las etiquetas que nos han puesto, no le pongamos etiquetas a nuestros niños. Sin importar todo lo que nos han dicho y cuantas veces hayamos repetido que somos de una forma u otra (como si habláramos de un mueble, no de un ser humano), tomémonos el tiempo de IDEAR y luego de escribir y PLANEAR qué y cómo queremos ser. No permitas que tu cerebro «de adulto» cuadriculado y adicto a empaquetar las cosas te limite, ni te creas lo que los demás te han dicho de tu forma de ser. HOY, mañana o cuando quieras, tienes el derecho y la posibilidad de cambiar el guión de tu vida y de decidir que quieres vivir una película diferente!

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Mis recetas favoritas (las de todos los días)

Para mi estilo de vida, la sensación de llenura y pesadez es a la que más terror le tengo… en las mañanas porque quiero estar ágil y ligera para toda la actividad del día, y en la noche porque llego muy tarde y no soy capaz de dormir bien cuando estoy llena. 

Los jugos y los batidos se han convertido en mi mejor solución. Lo más importante es aprender lo básico, mantener los ingredientes necesarios, y modificar las cantidades- porciones dependiendo de sus necesidades.

Qué comprar? Frutas… Orgánicas (si es posible) o en su defecto, ojalá frutas que se puedan pelar! Mangos maduros, bananos, papayas, naranjas, piña, manzanas… Las que se puedan, las dejo que se maduren hasta el mejor día, y ahí las congelo en cuadritos en bolsitas de cierre. 

Verduras… Ojalá orgánicas (ver directorio al final) y lavarlas bien: espinaca bogotana, lechuga romana, acelga, apio, jengibre, pepino, zucchini.

Nueces: almendras, nueces del Brasil o hasta marañones (todas las nueces deben ser crudas, sin sal, sin tostar). Cocos: escoge los que tengan más agua dentro. 

Importantísimo: usar agua limpia, filtrada y purificada, no agua de botellas ni de bolsas. Ojalá tener una buena licuadora que resista el hielo y las frutas congeladas (es delicioso comerse el batido a cucharadas). Para hacer jugos de verduras es indispensable un extractor de jugos (algunas cosas no quedan bien licuadas, como las zanahorias o el jengibre.) Compra también un buen colador!!

Al principio podrá parecer como «difícil» o que toca comprar muchas cosas… pero todo es cuestión de acostumbrase… Y los beneficios lo valen… En realidad no creo que haya nada con más ingredientes que una bandeja paisa o un sancocho, pero a todo lo que nos gusta le sacamos el tiempito, verdad?

MI DESAYUNO DE TODOS LOS DÍAS:

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Dejo una taza de almendras en remojo toda la noche (en agua pura filtrada). Las almendras de buena calidad deben crecer y ser fáciles de pelar con la mano, al otro día. 

Licúo las almendras con 4 tazas (1 litro) de agua pura (diferente a la del remojo) y las cuelo bien, exprimiendo toda el agua. 

Para mi jugo utilizo 1 y media taza de la leche de las almendras, y la licúo con cualquiera de mis frutas congeladas! (No mezclo mucho)… Mi batido favorito es el de papaya hawaiana pues es totalmente dulce cuando está madura… Pero también me encanta de banano, de piña o de mango.

 

MI COMIDA FAVORITA PARA LAS NOCHES:

Si tengo el tiempo en las noches, licúo un coco (sin el agua) en 4 tazas de agua pura y hago el mismo procedimiento, exprimiendo y colando bien para quedarme solo con la leche. Por las noches me encanta el jugo granizado de piña y mango maduro en esta leche de coco.

 

JUGOS VERDES

Al igual que con leche de nueces, se pueden hacer batidos granizados de frutas y verduras. 

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Lo que hacemos aquí es mezclar vegetales de hojas verdes (apio, espinaca y lechuga romana por ejemplo) con nuestras frutas favoritas (no demasiada mezcla), como mango y banano. Este batido es muy bueno para la digestión ya que conserva toda la fibra de los alimentos, y lo ideal es que aprendamos a experimentar y a hacer las mezclas que más nos gusten, procurando la variedad para no cansarnos de lo mismo. Sé que cuando no han probado estos jugos, suena muy loco poner lechuga en un batido, pero esto no es un remedio, es una comida deliciosa, liviana y saludable, y solo hay que romper un poco el esquema mental y la idea de «cómo debe ser un jugo» que tenemos desde pequeños!

JUGOS SUPERPODEROSOS

Los extractores de jugo lo que hacen es separar la fibra de la parte líquida, por lo que en un solo vaso podemos tomarnos gran cantidad de vitaminas y minerales que normalmente no podríamos comernos debido al volumen. Estos jugos son increíblemente deliciosos y beneficiosos para la piel, para sanar las gripas, o para reemplazar una comida que queremos que sea muy liviana pero super nutritiva.

Cómo lo hacemos? Lo primero es tener todo listo, lavado y pelado! Yo pongo en una coca gigante: 2 manzanas, 4 o 6 tallos de apio sin hojas, 5 hojas de acelga, 5 hojas de lechuga romana, 5 hojas de espinaca bogotana, una rodaja de piña, 5 cm de jengibre (es picante y cambia mucho el sabor del jugo, por lo que debe ser muy medido, pero es buenísimo para aliviar la tos y la congestión). Ya de aquí no es sino prender el extractor de jugos y pasar todo sin importar el orden… Se puede ir probando y si lo queremos más dulce, se añade otra manzana o más piña, si queremos más cantidad, podemos poner también un pepino cohombro o más apio, que son verduras con alto contenido de agua. 

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ENSALADA DELICIOSA

Para armarme una ensalada en menos de 10 minutos, lo que necesitamos es lo mismo que para los jugos: mantener ingredientes frescos, lavados y listos para usar!! Yo siempre compro: zanahorias, 2 o 3 tipos de lechuga, semillas o nueces crudas, quinua (se hace igual que el arroz y mantengo una coca lista en la nevera), limón, aceite de oliva, sal de mar, aguacate (no me puede faltar), tomates frescos, tomates secos, espárragos… 

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Para esta ensalada por ejemplo, utilicé: lechuga romana, cogollitos europeos, quinua roja, aguacate hass en cuadritos, ahuyama hervida por 5 minuticos al vapor (puedes reemplazarla por zanahoria), semillas de calabaza, alfalfa (es un brote, parecido a las raíces chinas pero muy delgadito, y es de gran valor nutritivo). La vinagreta la hice con aceite de oliva (compra el prensado en frío, hay muchas marcas muy buenas), sal de mar, limón mandarino y pimienta! 

Cuál es la idea? Mezclar colores, sabores y texturas. Que la ensalada te provoque a la vista, que tenga algo suave, algo crocante… Que sea liviana pero que te deje satisfecho… para esto es excelente el aguacate… y sobre todo que sea una comida completa con todos los nutrientes necesarios (para esto es indispensable por ejemplo la quinua, por su contenido de proteína)… 

Y bueno, después de todo esto, sentir como está el cuerpo después de un par de horas.. La mente se siente despejada o cansada? El estómago está pesado o liviano? Sientes hambre o te sientes satisfecho? Y así vamos modificando nuestros platos para que se adapten a nuestra exigencia, física, mental y de actividad de cada día!!

Todo esto es una invitación a que inventen y se pongan creativos, a que se atrevan a innovar y a probar cosas distintas, a que busquen opciones de alimentación que les regalen toneladas de energía en vez de robárselas y dejarlos «de siesta»!!

 

MI DIRECTORIO DE COMPRAS:

Todas las verduras orgánicas frescas y deliciosas y algunas frutas las compro en Ceres: Cra 35 # 8 A 3. (Segundo piso del restaurante vegetariano Verdeo, cerca a la Divina Eucaristía)

Todas las nueces las compro a excelentes precios en El Cauzal en el Bloque 15 de la Central Mayorista. 

Mi extractor de jugos es marca Oster y lo escogí por tener muy buena capacidad y velocidad y una boca grande por la que puedo introducir alimentos sin necesidad de picarlos en pedazos pequeños (busca uno en el que quepa por ejemplo una manzana completa)

Utilizo siempre agua filtrada y optimizada. Mi opción es Nikken, pero existen otras marcas. Esta es una inversión grande pero que vale cada centavo de su valor… El agua de la llave está llena de cloro y no es la más sana para tomar, pero siempre es mejor que el agua embotellada o de bolsa que literalmente sabe a plástico!

He ensayado (y dañado) muchas licuadoras distintas. Las más malas hasta ahora han sido marca Cuisinart que resultó ser una marca de productos muy bonitos pero muy ordinarios. Hoy uso una marca Ninja que es a muy buen precio y se consigue en http://www.amazon.com. Los amantes de los jugos usan Vitamix… es una super inversión, pero les dejo el dato por si les interesa!

Para más recetas de jugos y batidos busca en google green juices o green smoothies y te encontrarás miles de opciones. Para recetas de sopas y platos ricos, fáciles y nutritivos compren el libro CLEAN que les recomendé en la publicación anterior!Imagen

Esta tabla es increíble! Péguenle una miradita!

Un abrazo, mucha suerte y envíennos sus sugerencias!!

 

 

De libros e inspiración para la vida

Me he dado cuenta de que la felicidad más grande de mi vida se ha convertido el poder ser coherente entre mi trabajo, mis relaciones personales, mis hábitos del día a día y mis sueños para el futuro. Este es un sentimiento nuevo para mí que me llena el alma y que he podido ir alimentando con libros impresionantes que han ido llegando a mi como si adivinaran mi propósito y lo que necesito oír.

Quiero compartir un poco de estos libros con ustedes, por si sienten «el llamado» los lean y los subrayen, y los relean, para dejarnos tocar de tantas cosas bonitas e interesantes que aún nos quedan por aprender…

CLEAN. Escrito por el médico Alejandro Junger, lo encontré entre las novedades de La Librería Nacional. Es uno de esos libros que jamás pensé que traducirían al Español o venderían en Colombia, pero allí está, para quienes se toman en serio el tema de su salud. Con solo leer la introducción entendí el propósito del libro completo que no es más que despertar la capacidad de auto sanación, ese tesoro que todos poseemos en nuestro cuerpo, y que hemos silenciado tristemente porque hemos creído que la cura siempre está afuera. Con consejos fáciles de seguir, con recetas deliciosas, con hábitos muy sencillos de implementar, vamos entendiendo porqué el sentirnos al 100%, sanos, jóvenes y felices, está muy al alcance de nosotros!

 

 

Me costó trabajo soltar este libro, pues no quería dejar pasar el efecto tan positivo que me había dejado, pero conservando los hábitos que allí recomiendan y que ya había implementado hace unas semanas, he mantenido viva la inspiración y me he seguido sintiendo muy CLEAN.

Y cuando el cuerpo está limpio, el alma se siente en paz. No sé como hay personas y culturas que pueden separarlos. Para mi no hay sensación más increíblemente hermosa que estar cómoda dentro de mi cuerpo, no hablando del muy superficial culto al cuerpo de occidente, sino de esa armonía que nace de saberme sana, en control de lo que  hago, lo que digo, lo que como… Se siente como ser dueña de mí, y no estar esclavizada de las situaciones externas que siempre serán variables e impredecibles.

Y fue en medio de esta paz increíble que me dejó Clean, que me encontré con un libro aún más elevado e impresionante: MY STROKE OF INSIGHT, de Jill Bolte Taylor. No sé si exista en Español, pero lo compré en versión electrónica, y de este libro tengo que decir, que me he tenido que resistir para no subrayarlo todo.

De qué se trata? La autora, médica neuróloga, sufre un derrame cerebral que le hace perder por un tiempo las habilidades propias de su hemisferio cerebral derecho, encargado de las funciones más racionales y matemáticas. Ella nos cuenta de una manera increíble cómo es su vida gobernada por las emociones, una vida llena de luz, sin límites ni fronteras, sin prejuicios, sin tiempo pasado ni futuro, totalmente enfocada en los más hermosos detalles del eterno presente. Con su historia aprendemos que el lente a través del cual percibimos la realidad es producto de nuestra elección, aprendemos que podemos gobernar nuestros más oscuros pensamientos, que podemos «observar» nuestra mente, su incesante diálogo y sus ideas obsesivas y salirnos de esos círculos y patrones de pensamiento repetitivos.

 

Si han tomado como yo la decisión de disfrutar esta vida al 100%, si se han encontrado con una filosofía que los llene y los guíe, si sienten que su camino va llevándolos en dirección de sus sueños, hagan un esfuerzo por mantener la velita de la inspiración encendida. Busquen grupos de personas que estén en su mismo «cuento», vean programas de TV y películas que los «alimenten» mentalmente, usen su tiempo libre en cosas que los hagan vibrar, y lean libros en cuyas líneas encuentren respuestas a sus dudas o más preguntas que les hagan seguir aprendiendo.

A! Y si encuentran libros que nos puedan inspirar, compártanlos con nosotros!

Namaste!

VIVIENDO EN LA VIDA REAL

Quiero contar muchas cosas que me duelen. Lástima que estos sucesos sean los que nos impulsen a escribir…

Ya hace mucho venía yo pensando en lo difícil que era recordar tantas claves: la del correo, la de la alarma, la de la tarjeta 1, 2 y 3; la clave de la caja fuerte, del candado… tantos números en la cabeza, tantos miedos y paranoias… Que pereza vivir así! Que pereza, pero que tan tristemente necesario… 

Amo mi ciudad pero no puedo defenderla. No puedo decir que no pasan cosas, ni que estamos mejorando, cuando desafortunadamente al contar mi anécdota, todos a mi alrededor tienen algo que contar… De la llamada millonaria, del paseo millonario, del atraco, del robo, de la violencia, el terror y la tristeza, que miramos a través de las pantallas todos los días, sin falta… y bueno… que luego vemos frente a frente y no podemos ni creer. Así fue mi anécdota y sucedió el sábado cuando íbamos para Antioquia a un matrimonio. Yo no soy una persona de muchas extravagancias… pero lo que tengo está lleno de valor y significado para mí… y por un segundo llegué a sentir mucha rabia hacia estos señores, que desde la ventanilla del carro nos amenzaban con una pistola para que le entregáramos todo lo que teníamos, con gritos, con órdenes, pero también con miedo, porque seguramente sus corazones se levantan y se acuestan con miedo todos los días y las noches de sus vidas. 

Yo no sé porqué fui invisible para ellos y logré esconder mis anillitos de matrimonio, mi cartera, todo… Con el dolor en el alma fueron nuestros amigos, que iban atrás quienes entregaron casi todo… por fortuna solo objetos… y empieza uno a agradecer que no haya sido nada más, cosas que pueden reponerse… agradeciendo también que algunas de las cosas estaban aseguradas porque cuando vives en una ciudad así, toca tener un seguro todo riesgo, Qué dolor! Pero como venía diciendo, hay cosas que tienen demasiado significado para uno, y por eso uno se las pone a diario y no piensa que esto puede pasar de verdad… En fin, esto pasó, y fue un día más (muy desafortunado), pero lo superamos y lo entendimos como algo que no podíamos evitar, llamando a decir que estábamos bien, que era lo más importante…

Hoy, dos días después es el día sin carro en Medellín. Por mi ventana hay mucho silencio, pero oigo algunas motos pasar… Este día que me ha gustado tanto en los últimos años, me sorprende con un sentimiento desconocido para mí: el miedo (y la paranoia). Camino por las calles, mirando para todos los lados, respirando, rezando, deseando que no haya nadie «malo» por ahí. Antes de salir reviso que no tenga nada de valor, y escondo el celular donde nadie pueda verlo. MI corazón se niega a vivir asustada, pero ya sé que de verdad tenemos que cuidarnos más de lo que creía. Todo el mundo tiene sus fórmulas, algunos me dicen que deje las tarjetas siempre en la casa, otros, que debemos salir sin cartera, otra amiga que siempre ha sido la más precabida me dirá que no me ponga más mi anillo de matrimonio… Uno puede hacer muchas cosas para que esto no vuelva a pasar, y una de ellas es encerrarse más, no volver a hacer ejercicio al aire libre, no salir hasta tarde en las noches, no coger taxi, no dejar las mochilas a la vista cuando vamos de paseo, usar solo joyitas plásticas… y bueno, también podríamos andar en carros blindados… Pero saben? creo que no es el punto, que vivir con miedo es asqueroso, que hay algo urgente que tiene que cambiar.

Aún tengo pendiente contar la linda experiencia que vivimos en Bogotá en la certificación de Yoga para niños, pero por ahora puedo recordar una enseñaza lindísima que nos dejó Paola García la profesora de curso… Ella hablaba del supuesto fin del mundo que sucederá este mismo año, y nos recordaba que por fuera nada iba a cambiar, que no habría una explosión gigante ni un Tsunami arrasador… Que esta era una época de cambio de consciencia, porque el mundo como está sencillamente no se puede sostener… Porque la condición humana se ha dejado llevar de sus instintos y a la gente no le importa cuánto dolor causa a su paso, mientras se llena de riqueza y supuesto bienestar, porque se nos olvidó que todo hay que lucharlo (y esas son las verdaderas satisfacciones de la vida) y ya queremos la varita mágica, la mina de oro, la tarjeta con cupo ilimitado… y tantas cosas más…. Es muy seductor verdad? Yo también me dejo seducir a menudo y luego me pregunto entonces qué diferencia tengo con estos señores que quisieron con su pistola y en 20 segundos ganarse lo que cualquier persona muy afortunada en un mes de trabajo se puede ganar. Siento que el cambio de consciencia tiene que ser en todos los niveles y tiene que ser ya… 

Porque mi primer pensamiento fue: yo no quiero vivir en este país más…! Pero creo que sucede en todas las partes donde los seres humanos pongan un paso… y que no podemos escaparnos de la realidad.  Y también pensé en el karma, en que esto es algo que teníamos que vivir y que ya pasó, y nada más…

No sé si exista la respuesta correcta o si alguna vez lleguemos a entender. Me voy a mi clase de yoga, coincidencialmente a celebrar el día de la tierra con 108 saludos al sol, deseando que yo misma entienda que tenemos que evolucionar y deseando que con la vida que escogí esté aportando algo a este mundo. Es mi intención de hoy…

Nada más…

 

Una mezcla de ideas para empezar el 2012

No puedo ponerle otro título a este artículo porque son tantas las ideas que no quiero encasillarlo en algo solo.

Hoy quiero escribirle a mis alumnos, los de antes y los de ahora y los que no han parado de hacer yoga en mucho tiempo que en realidad son la inspiración más grande. También quiero escribirle a la gente curiosa, que pregunta sin juzgar porque escogí un estilo de vida diferente, a los que a ratos se antojan y quieren ensayar algo de todo lo que he aprendido.

Me gusta pensar en la vida como una estación de tren, en la que uno está todo el tiempo tomando la decisión de dónde quiere ir. Antes de meterme en algo, me pregunto, quiero montarme en este tren? Y eso aplica para todo: El tren del matrimonio, el tren de la moda, el tren de la vida saludable, el tren de un apartamento propio, el tren de un carro lujoso, el tren de la maternidad, el tren de una carrera profesional, el tren de ser empleado, el tren de ser independiente… Pero eso solo lo pienso ahora. Hace años, cuando me monté de lleno al tren del yoga, no sabía que me estaba montando, y no sabía que fuera un viaje tan definitivo, y mucho menos todo lo que implicaba. Pero así es como mejor funciono yo, pues si uno pudiera ver un «fast forward» de la vida en unos años, depronto se bajaría del tren antes de arrancar… pero mientras todo sea sorpresa, es mucho más emocionante. En fin, el hecho es que hacer yoga me llevó a rodearme de cierto tipo de gente, a querer comer de cierta forma, a querer leer ciertos libros, a dejar de leer ciertos otros… Aprendí, sin querer, a siempre querer acostarme a una hora y a querer levantarme a otra, a no querer trasnochar, a no querer ni poquito la sensación de sábado «post parranda», que se estila en nuestro entorno.  Por eso repito, si a los 19 años me hubieran pintado todo esto, yo misma hubiera dicho «esto me huele raro». Pero ya, estando aquí dentro, llegando de 15 días de caminata meditativa yoga y comida ultra sana en Nueva York, donde renové mis votos de amor con lo que hago, digo que definitivamente esto es lo que quiero hacer por muchos años y ojalá este tren me lleve más lejos de lo que mi imaginación limitada puede soñarse.

Hoy me sueño de todo corazón que cada día haya más gente metida en este cuento, que anden con su mat al hombro soñándose la hora de llegar a clase, me encantaría que hubiera estudios en cada esquina, que hubiera más restaurantes de comida vegetariana, sana y confiable, que en las estanterías de Pomona vendieran algo más que leche de vaca en todas sus variedades y que yo pudiera ir a los mejores restaurantes de Medellín y pedir algo que no suene como «una ensalada de pollo sin pollo ni queso con adición de berenjena (…) No tiene berenjena? Bueno, con tomates secos, palmitos, cualquier cosa vegetal que encuentre». Que más y más gente se contagie de algo que les decía antes que yo llamo «tomar las riendas de la vida», que no es una dieta, sino un estilo de vida, decidir qué quiero para mí, y cómo voy a hacerlo. (Que por favor, el argumento de todo el mundo no sea, «de algo tenemos que morirnos y como todo da cáncer, pues yo mejor como de todo y no hago ejercicio» o PEOR, «Yo conozco a un señor super sano, flaco, deportista que se murió de un infarto a los 40 años, no entiendo para qué te cuidas tanto»).  Lo que pienso es que, más que el hecho de que el yoga llegue como una moda aquí, que más y más gente pueda sentir el placer inmenso e inigualable de salir de una clase, muerto cansado, pero flotando, sin hambre ni sed, sin prisa, sin estrés… como anestesiado, listo para dormir una noche plena, o para vivir un día activo y «a mil». Para mí, muy pocas cosas en la vida se pueden equiparar con la satisfacción inmensa de aprender una pose nueva que llevo ensayando por un tiempo. En Nueva York estuve practicando por dos semanas con Dharma Mittra y en Pure Yoga y aprendí tantas cosas como hace muchos años no me pasaba. Con cansancio físico, molimiento, llenura o hambre, llegaba a mi mat dispuesta a darlo todo porque el lujo de poder aprender con los mejores me es muy escaso. Y el resultado llegó luego de unos pocos días de despegue post Navidad, para recordarme porque fue que me metí de lleno en todo esto.

Y para terminar esta sopa de ideas sueltas les cuento bien de que se trata el detox que aprendí hace 3 años en mi certificación de 300 horas y que trato de hacer cada año. Con muuuucha felicidad, he podido graduar a varias amigas (todas mujeres, si un hombre se atreve aquí, lo guardaría en secreto por siempre… pero por favor cuénteme) y ver cómo pasan de lo duro del primer y tal vez segundo día al orgullo y satisfacción de sentirse limpio y liviano de VERDAD.

La idea es hacer un jugo de frutas 60% y verduras 40% como escribí en una publicación anterior, en el que mezclen las frutas que más les gusten con las verduras más verdes que encuentren. Así un ejemplo puede ser: piña, banano y jugo de naranja con apio, espinaca, lechuga romana y acelga. El jugo debe quedar MUY VERDE, se hace en licuadora (no extractor) para conservar la fibra y se toma 3 o máximo 4 veces al día, dándole espacio al cuerpo para que digiera esto que es muy fácil en realidad para él si lo comparamos con un almuerzo promedio. En esos días, que son mínimo 3 y máximo los que quieran, no masticamos nada (ni chicle), no endulzamos con nada que no sea fruta (ni siquiera estevia), no tomamos café (solo aromáticas si es necesario) y nos dedicamos a bajarle las revoluciones del todo a la vida en cuanto a acelere, deporte, etc… y bueno, es mucho más fácil si no van a comidas familiares o de amigos a dar explicaciones porque todo el mundo cree que uno se va a desmayar y NO!  ¿Qué es lo que pasa? El cuerpo reserva muchísima energía en hacer su digestión que en realidad es un proceso admirable. Por estos días le damos vacaciones al sistema digestivo, permitiéndole que se limpie y que use toda esa energía que le sobra para regenerar tejidos, auto sanarse y eliminar toda la basura de su sistema… Para lo cual no tiene tiempo en el voleo del día a día. Algo así como lo que haría una persona super ejecutiva en vacaciones, aprovecha para limpiar la manzarda, regalar la ropa que le sobra en el closet, arreglarse un poco más, llamar a las personas que tiene más olvidadas. Es exactamente lo mismo, y el cuerpo lo va a agradecer.  Los primero dos días es normal sentir dolor de cabeza, debilidad (cero dolex por favor)… sentirse con menos energía… del 3er día en adelante estos síntomas normalmente desaparecen y dan paso a una sensación deliciosa como de «flotar», de necesitar menos horas de sueño, de CERO hambre, de más vitalidad… (Para más info pueden buscar en Google por Juice Detox)

Y POR ÚLTIMO… Cuando me monté al tren de la alimentación sana y de ser vegetariana, pensé que sería un viaje corto, un paseo de unos cuantos días… Cada día me decía: por hoy no me provoca comer carne, mañana no sé… Y así hasta el sol de hoy. Por un lado siempre había deseado de corazón ser muy sana en mi dieta, pero por otra no había encontrado una razón de peso para hacerlo. Además pensaba lo difícil que sería explicar en cada invitación (peor, en cada asado) que no gracias, que yo no comía carne… Pero cada día ha traído su afán y cada momento de este viaje ha sabido ser provechoso. Me encanta mi decisión y hoy estoy 100% inspirada y segura de querer seguir montada en este tren.

Feliz año 2012, así enero ya se esté acabando.

NAMASTE!

Tomar las riendas de tu vida

Adoptar un estilo de vida sana es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

Siempre me encontraré con críticos que no creen que sea sostenible, que hacen muchas preguntas pero en las que uno reconoce un tono acusador, o que simplemente repiten que ellos prefieren disfrutar la vida… Pero no importa. Tomar las riendas de mi salud, de mi alimentación, de mi estado de ánimo y de mi cuerpo es un arma muy poderosa que no deja de sorprenderme. Y muy a pesar de los detractores, el estilo de vida sana es bastante contagioso y ha terminado por beneficiar mi familia, mi grupo de amigas y mis alumnos.

Cualquiera que sea la decisión que uno elija, qué comer, qué deporte hacer, qué ver, qué leer, dónde viajar, en qué usar el tiempo libre, no importa. Lo que he aprendido es que lo valioso es que todo esto nazca del deseo consciente de evolucionar, mejorar, ser más feliz, más sano o más estable. Simplemente se trata de dejar a un lado el piloto automático o las creencias con las que crecimos y que no tienen otra explicación que «porque es así».

Me gusta cuando veo que en mi ciudad, que es reacia al cambio y que es muy apegada a la tradición, ya hay muchos lugares nuevos donde podemos hacer parte de este deseo de ser seres humanos más conscientes, menos instintivos, más responsables, menos parte de la masa o del común… Por eso celebro que haya más estudios de yoga, de pilates, de meditación, que haya restaurantes vegetarianos, mercados orgánicos, bioenergéticos, quiroprácticos, y platos más sanos en restaurantes de toda la vida.

He aprendido por «supervivencia» a no hablar de mi estilo de vida a no ser que alguien me lo pregunte y tenga sincero interés por oírlo, pues no sería capaz de desmitificar las creencias que se han arraigado en cada uno toda la vida y terminaría en una confrontación sin sentido. Pienso que lo más importante no es colonizar la mente de quienes me conocen sino sembrarles la duda y la semilla para que ellos, leyendo, preguntando, experimentando conozcan por si mismos qués es lo que mejor se siente… Lo que siempre aconsejo es experimentar cosas nuevas por unos días o semanas, salirse de la zona de confort y de la tradición para darle la oportunidad a tanta sabiduría que hay por fuera de las estrechas fronteras de nuestra sociedad… Muchas de las costumbres que criticamos son más antiguas que las nuestras… por eso el estilo de vida occidental no siempre tiene la razón.

Hoy conocí el nuevo Verdeo con su mercado orgánico Ceres. Deliciosos los dos. Hermosos y deliciosos! Originales, bien surtidos, bien servidos, impresionantes. Igual me pasó hace poco en El Herbario con unos platos vegetarianos increíbles. Creo que se necesita mucha valentía para empezar un negocio como este, o como todos los demás que he mencionado. Pero siento que vale la pena… y que nuestra mente está empezando a estar lista para todas esas cosas nuevas deliciosas que trae tomar las riendas de nuestra vida.

Namaste

 

El cuerpo es diferente todos los días

El cuerpo es distinto todos los días.

Si abordamos la práctica con esta humildad y sabiduría no buscaremos nada… solo estaremos abiertos a lo que haya.  Llegar al mat sin pretensiones tiene la hermosa ventaja de permitirnos redescubrir el cuerpo, oírlo y conectarnos con él. Es, como lo digo muchas veces a mis alumnos, apagar el piloto automático y aprender a escuchar.

El cuerpo es distinto todos los días porque la circunstancias cambian. No todos los días dormimos igual, ni comemos  igual, ni el clima es igual… nuestro cuerpo y mente reciben todos esos cambios y estímulos externos y, si todo está en equilibrio, los usamos para evolucionar. Parte de las ventajas de hacer yoga es que nos conectamos con lo que mejor siente nuestro cuerpo. Es por eso que aprendemos a alimentarnos mejor, a dormir mejor, a tener relaciones más sanas. No es algo que se logre y ya, pero al menos adquirimos la conciencia de intentar hacerlo todos los días. Y esto se siente al practicar.

Cuando practicamos yoga constantemente, notamos que unos días el cuerpo está muy abierto y todo parece fluir fácilmente… pero hay otros días en los que es difícil hasta la postura más sencilla. Si llegamos al mat con la disposición y la tranquilidad de oír el cuerpo, no habrá ninguna clase en vano ni una que no tenga nada que enseñar. Lo primero que debemos recordarnos al iniciar es «hoy practico con lo que tengo»… Y así, sin forzar nada, agradeciendo y honrando siempre nuestro cuerpo, vamos deshaciéndonos de ese incómodo ego que se hiere fácilmente cuando hay posturas y secuencias que se nos dificultan más.

Hace poco leí que existen competencias de yoga. No he visto nada más tonto y contradictorio que ponerle puntaje, ganadores y perdedores a algo que por el contrario pretende hacernos mirar hacia adentro, aprendiendo a ignorar un poco las distracciones de la cotidianidad. Ni siquiera existe una competencia con uno mismo. Solo el deseo de conectarnos, conocernos y evolucionar.

En los Yoga Sutras de Patanjali nos enseñan que una de las causas del sufrimiento es el apego. El no entender que todo y todos estamos en constante cambio. Que nada de lo que vemos es lo mismo cuando ha pasado un tiempo. Empecemos por entender esta realidad en nosotros mismos y posiblemente logremos cambiar nuestras percepciones y actitudes hacia el mundo externo.

Seamos por dentro lo que queremos reflejar en el universo.

Namaste

 

4 años con Element Yoga!

El 1 de agosto de 2007, Element abrió sus puertas con su primera clase de yoga. No se llamaba Element, ni sabía que así sería… No había planes inmediatos porque todo empezó gracias a una serie de eventos que «se fueron dando». Lina Zapata, mi primera profesora y amiga de vida, se había ido a vivir a Tailandia, yo había terminado la universidad, había acabado de llegar de China super inspirada y enamorada del yoga… y finalmente pude irme a hacer una certificación que me había soñado.

Sin más pretensiones que poder practicar y seguir con las clases de Lina, que tanta alegría me habían dado, empecé a dar 10 a 15 clases a la semana, encontrándome con la sorpresa de que a mucha gente le gustaba… Lina quien fue mi guía en los principios del yoga siempre me decía «Uno se enamora de los alumnos». Yo no sabía que era verdad, pero así fue. Han pasado 4 años, épocas de cansancio físico, muchas madrugadas y otras noches hasta tarde enseñando, talleres con profesores invitados, una nueva certificación, y evolucionar como profesora para no quedarle mal a los alumnos que no paran de avanzar. Algunos están conmigo desde ese 1ero de agosto de 2007… otros se han unido en el camino. Unos son admirablemente disciplinados, otros son más dispersos. Algunos se han convertido incluso en amigos cercanos, y eso hace que valga la pena todo este camino en el que de verdad, nada estaba planeado, todo se ha ido dando.

Para iniciar este nuevo año de vida, Element ha sido bautizado y recibimos a 2 profesoras más: Marta Londoño, que nos acompaña desde hace un tiempo, y Marcela Ramírez que lleva un par de semanas. Ya somos un equipo porque creemos y sentimos que a través del yoga podemos aportar mucho a la vida de los alumnos.

Lokah Samastha Sukhino Bhavantu…

May all Sentient Beings be Happy and Free!